La sustitución de la identidad española y la religión cristiana

Es ya un hecho: la nueva fe se impone con rabia sobre la auténtica forma de vivir.

La Biblia, con experiencias y realidades que van desde los tiempos del Edén hasta los de Jesús, pasando por la persecución del cristianismo en Roma, Persia y otros lugares, da testimonio de ello, el cristianismo ha sido torcido y debilitado por la política y el bienestar de los poderosos.

Porque es un hecho: cuando se arrebata la identidad y la esperanza del pueblo, ese pueblo se vuelve moldeable, sumiso, adaptable a los intereses del poder.

La instauración del poder actual, las políticas anticristianas y deshumanizadoras dejaron una España quebrada donde 35% de la población de España tienen algún tipo de problema mental.

Depresión, ansiedad etc… donde según la oms el 2022 se aumento un 20% el caso de suicidios y la cifra no hace más que aumentar.

Con todo esto cifrado es obvio que conviene una población enferma, pérdida y deshumanizada, una población sin identidad ni sanidad.

Por ello, para conservar nuestra identidad, se requiere como pilar fundamental de la vida el conservar la fe cristiana antes que cualquier ideología; La fe está siendo arrebatada.Y ahora, junto a ella, también lo está siendo la identidad.

No permitamos la destrucción de nuestra fe, porque su pérdida significa la sustitución de la religión por la ideología.Y la ideología mata la identidad, la pérdida de la identidad es la pérdida del sentido humano.

Sin esperanza y sin algo en lo que sostenerse, el ser humano buscará satisfacer esa necesidad con prácticas autodestructivas que deshumanizan al individuo.

Y cuando el individuo deja de ser humano, todo se pierde; Mantener la humanidad es lo prioritario para mantener al ser humano.

Perder lo que nos caracteriza como humanos es lo peor que podría ocurrirnos.

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